lunes, 31 de diciembre de 2018

Rio de deshielo

Carmen canta sola con su guitarra sobre el escenario de Ces't la vie, repleto de gente que se acercó al festival Mañana es mejor el 9 de agosto de 2017. Sentada, es toda música: madera, cuerdas, cuerpo, voz. Carmen canta sola con su guitarra dos canciones de Spinetta, y transgrediendo el libreto una canción propia también canta Carmen, sola, con su guitarra. Toca una fibra colectiva cuando introduce con una clara y sutil arenga llamando a evitar el desastre que finalmente ocurre. Carmen canta sola con su guitarra y conmueve.
En apariencia, y por su voz tan personal Carmen es única. Pero un poco más allá de esa apariencia forma parte de una tradición cantora que la precede, es su contemporánea y seguramente la trascenderá. Entonces no es única, y ya no canta sola.
Portada: Gera Echeverría
En Episodios del deshielo Carmen Sánchez Viamonte no canta sus dolores: sangra los dolores de todas. Expone su retrato circunstancial y pasajero, pero que es también el retrato circunstancial y pasajero de muchas, de todas tal vez, convirtiéndolo entonces en retrato colectivo y estructural. A su vez, construye un interlocutor individual, pero nos interpela a todos.
Se vale para eso de elementos mínimos, dando por resultado un disco íntimo, crudo, con aires de urgente. En la guitarra late el pulso de la canción, corazón musical de madera y cuerdas. Es la voz la portadora de melodías saltarinas y alargadas, de remanso, de rabia y de
Desde lo musical es un acierto ese minimalismo. Apenas algunos arreglos de guitarra eléctrica, un poco de percusión en algún pasaje y coros ejecutados por ella misma en una buena demostración de ductilidad vocal. Sobre ese tapiz, destaca la lírica. Acierta entonces Carmen cuando se propone
porque esa utopía le permite expresar con bella claridad sus vivencias desgarradoras a la vez que aún muerta de amor se planta:
yo construyo mis razones
En ese sentido, la expresión más potente de esa fuerza es el rio arrollador de Tornasol. Una canción que de los dolores hace autoestima y bronca, convoca al sol para completar el deshielo y anuncia un destino inexorable:
En este disco, Carmen aúna su historia familiar, homenajes explícitos y ocultos a la música que lleva en los oídos de toda la vida y la catarsis de malos tiempos. Por eso, parte del
que pone en la voz de su padre al principio, pasa por la sensación opresiva de
para epilogar sacándolo todo afuera
Por eso, además, Carmen canta sola con su guitarra y conmueve.

Foto: Eli Portela
Ficha técnica:
Todas las canciones compuestas e interpretadas por Carmen Sánchez Viamonte, excepto Mala (Liliana Felipe) y Soy Pan (Piero).
Grabado y masterizado en El Gallinero Grabaciones.
Arreglos y producción artística por Carmen Sánchez Viamonte y Fermín Irigoyen.
Guitarra eléctrica: Fermín Irigoyen
Voz en introducción: Diego Sánchez Viamonte
Arte de tapa y diseño gráfico: Gera Echeverría

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