lunes, 24 de diciembre de 2018

Almas que no se resignan

Con un marcado anclaje en el rock de los '70, Ave Tierra (y aliados) consiguen en  este nuevo trabajo un sonido complejo, plagado de arreglos muy variados. Así como aparecen letras, músicas e ilustraciones de amigos de la banda, también hay invitados en todos los temas. Entonces, sumando pianos, violines, trompetas, sintetizadores y voces consiguen agilizar notablemente un disco de por si breve. Los cambios de ritmos y sonoridades permiten la creación de pasajes sorpresivos a la vez que actúan como generadores de climas diversos.

Portada de Dante Sangiacomo

¿Será que el hombre es eso?
¿Esa batalla?
(Mario Benedetti, Esa batalla).

El núcleo conceptual de La razón de las almas es Bruma Malva. Una canción dividida en cuatro partes que actúa como modelo proyectado sobre el amplio lienzo del disco. Porque así como esos cuatro fragmentos breves se unen para dar forma a una canción de algo más de 9 minutos, las 10 canciones (o 13 tracks) en su mayoría breves le dan forma a una sucesión que bien puede escucharse como una gran canción de casi 35 minutos.
En esa trama, lo que hilvana un sentido es la idea de la luz y la oscuridad, el brillo y las sombras, el sol y la luna, el día y la noche, la vida y la muerte como formas de representación de una perpetua tensión, una lucha constante. Por eso, la recorrida del disco nos lleva por diferentes planos y aparecen entrelazados el clima de época, las relaciones interpersonales y la introspección.
Se pueden advertir una serie de hitos distribuidos a lo largo de las letras, que linkean con esos planos. Apenas sugeridas como uno de los caminos posibles, frases potentes y bien contextualizadas dan cuenta de esas tensiones, ya sea aisladas o puestas en relación. En un principio, nacimiento y conciencia del devenir: "hoy, desde las sombras, una luz aparece en vos", "siento que si olvido me hago polvo", "invoco la memoria cuando callas". Como continuidad y nudo del relato, certezas de una realidad ambivalente: "desapareceremos en las mañanas frías y las razones quedarán", "amanece como el sol/otra noche ya vendrá", "los cuadros que ya no están llenando huecos, volvieron quemando fuegos". A modo de desenlace, la soledad y los dolores: "nadie me extraña/alguien me extraña", "y cuando vas a hablar de eso que te mata?", "desde lejos ascendiendo a través/hondo viaje, descenso espiral".
El final, un minuto y medio de piano en clave relajante que replica la melodía de los primeros segundos del disco, es un renacimiento por el cual es posible sostener esas batallas constitutivas de la humanidad y transitarlas aún disueltos en la eternidad. Una trascendencia perpetua que, al fin y al cabo, se convierte en la razón de las almas que no se resignan.

Foto: Catalina Almada
Ficha técnica:
AVE TIERRA:
Eduardo G. Mauro: Guitarra y voz.
Guillermo J. Mauro: Batería.
Fernando A. Chávez González: Bajo.
Arte y concepto gráfico: Dante Sangiacomo.
Producido por AVE TIERRA.
Musica compuesta por Ave Tierra excepto Amanece (Martin Tossi). Letras por Eduardo Mauro, excepto "El Mudo", por Emiliano Tavernini y Eduardo Mauro; "Frontera profunda", por Eduardo Egoscuadra; y "Amanece", por German Garibotto.
Arte y concepto gráfico: Dante Sangiácomo.
Grabado por Pablo Pastorino en El Pie Recording Studios; asistente de técnico: Santiago Vrljicak.
Grabaciones adicionales por Juan Ponche Abraham en Nakao, y por Hernán Mateo en su estudio. Las voces de Tomás Vilche fueron grabadas en Mandarinas Records.
Mezclado por Joaquín Castillo en La Guarida del Mar Muerto.
Masterizado por Mario Breuer
Drum Doctor: Sebastián “Tano” Cavalletti
Musicos invitados:
Tomas Vilche: Voces en temas 3,4 y 5.
Cam Beszkin: Voz en tema 10.
Pablo Amarillo: Pianos en temas 1,7, 8, 9, 10 y hamond en tema 11.
Juan Suarez: Teclados y sintetizadores en temas 3,4, 5, 6.
Federico Terranova: Violines en temas 2, 7 y 8.
Alejandro Navone: Trompetas en temas 1 y 13.
Emiliano Bajamón: Pianos en temas 12 y 13.

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